Anil Menon es uno de los astronautas más nuevos de la NASA y ex cirujano de vuelo de SpaceX, pero no hay nada que se compare a lo que él considera su trabajo más difícil: ser padre.

«Diría que la crianza de los hijos es probablemente la cosa más desafiante que hago, porque requiere tanta inteligencia emocional», dijo.

Además de todo esto, su esposa, Anna Menon, es ingeniera líder de operaciones espaciales en SpaceX. Ella se está preparando para ir al espacio también, como miembro de la misión Polaris Dawn.

Equilibrar el trabajo y la vida familiar no es fácil para nadie. Pero cuando ambos padres trabajan en vuelos espaciales, surgen desafíos únicos como horarios conflictivos y gestión del tiempo.

Juntos, Anil y Anna Menon han creado un enfoque específico para la crianza de sus hijos. Sobre todo, trabajan para mostrar a sus hijos, de 3 y 6 años, que es importante seguir sus sueños, incluso si esos sueños no son los mismos que los de sus padres.

Así es como Anil y Anna manejan sus exigentes carreras mientras crían a dos niños pequeños.

Resolución de problemas al nivel de astronauta

Los astronautas están constantemente lidiando con una variedad de problemas bajo alta presión, y resolviéndolos en tiempo real. Curiosamente, lo mismo hacen los padres.

Como padre, Anil Menon utiliza sus habilidades de resolución de problemas de astronauta todo el tiempo, dijo. Especialmente cuando las demandas de su trabajo presentan desafíos logísticos.

«Cuando asumimos estos trabajos, eso ayudó enormemente con la crianza de los hijos», dijo.

Por ejemplo, cuando estaba entrenando para convertirse en astronauta de la NASA en Houston, su esposa fue llamada a Los Ángeles durante un mes para actuar como directora de misión para el lanzamiento del SpaceX Crew-4 de la NASA.

Sus turnos de simulación de vuelo podrían ocurrir en diferentes momentos del día y durar hasta altas horas de la noche, mientras que su horario de la NASA en Houston podría tener horarios de inicio muy tempranos.

Pero la pareja no se quedó atascada en sus circunstancias desafiantes y en su lugar se centraron en encontrar una solución juntos. Finalmente, decidieron que los niños se quedarían en Los Ángeles con mamá durante un mes y contrataron a una niñera para que viajara con ellos.

«Tuvimos la suerte de recibir el apoyo adicional y los niños se divirtieron», dijo Anil Menon.

Este es solo un ejemplo de las veces en las que Anil y Anna han sido llevados en una dirección u otra. Durante el entrenamiento de astronauta, Anil pasó dos meses lejos de casa en Florida aprendiendo a volar un avión T-6 para el entrenamiento de pilotos.

Y una vez que Anna Menon fue seleccionada para volar en la misión Polaris Dawn de SpaceX, programada para lanzarse no antes de este verano, tanto ella como Anil estaban ocupados con el entrenamiento de vuelo espacial. A pesar del compromiso de tiempo, sus hijos siguen siendo fundamentales en sus vidas.

«A medida que nos acercamos a la fecha de lanzamiento, y acabo de terminar mi entrenamiento, en el camino hemos descubierto formas de involucrar a los niños en estas cosas, acercándolos y haciendo que esa distancia parezca más corta», dijo Anil Menon.

Por ejemplo, llevó a sus dos hijos, James y Grace, a su entrenamiento de caminata espacial. Y en SpaceX, los niños pudieron explorar dentro de la cápsula de la misión Dragon. Además, la pareja dijo que les encanta ir a la escuela de sus hijos para hablar sobre sus carreras.

Superar desafíos logísticos como estos es la razón por la cual Anil cree que la crianza de los hijos es el mejor entrenamiento de astronauta que existe.

«Ciertamente animo a los padres a postularse a este nuevo programa de astronautas», dijo. «Si pueden hacer eso, entonces pueden ser astronautas».

Inspirando a sus hijos a apuntar a la luna

Su esperanza no es que sus hijos sigan sus pasos y se conviertan en astronautas ellos mismos. Más bien, Anil y Anna Menon esperan que al mostrarle a James y Grace lo apasionados que están por sus carreras, sus hijos se sientan motivados a perseguir sus propios sueños, sin importar cuáles sean.

Anil solicitó varias veces al programa de astronautas de la NASA antes de ser aceptado. Aunque pensó que «probablemente tenía un 0% de posibilidades de que sucediera», siguió postulándose.

«Puede que no estén interesados en el espacio, y probablemente no lo estarán», dijo Anil Menon entre risas. «Pero esperamos que vean que es importante seguir tu pasión. Ese es el modelo que estamos tratando de demostrarles. Porque puedes decirles a los niños cualquier cosa, pero creo que las acciones hablan más que las palabras».

Establecer ese ejemplo es lo que motiva a Anil y Anna Menon a seguir diciendo sí a nuevas oportunidades, incluso si significa aprender a adaptarse a nuevos desafíos, dijo.

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