Muchos informantes del Kremlin no están de acuerdo con las afirmaciones del Presidente Vladimir Putin de que Ucrania pueda estar conectada al atentado terrorista del viernes pasado en Moscú, informó Bloomberg.
Aunque Putin y algunos de sus seguidores continúan promoviendo públicamente la idea del papel de Ucrania en el ataque, en privado pocas personas en los círculos empresariales y políticos más importantes de Moscú apoyan esa teoría, según informantes citados por ese medio.
Ucrania ha negado cualquier conexión con el ataque, y no ha surgido evidencia creíble de su participación.
El viernes, atacantes armados irrumpieron en el Crocus City Hall en Moscú, abriendo fuego y matando al menos a 137 personas durante un concierto de rock. ISIS-K, un grupo terrorista basado en Afganistán, se responsabilizó del ataque.
Cuatro sospechosos, que comparecieron ante un tribunal el domingo, fueron descritos en los medios estatales rusos como oriundos de Tayikistán.
Al dirigirse a la nación al día siguiente del ataque, Putin dijo que Ucrania había proporcionado a los atacantes una ruta de escape en su frontera.
Sin mencionar a ISIS-K, dijo: «Intentaron esconderse y se dirigieron hacia Ucrania, donde según datos preliminares, se les preparó una salida en el lado ucraniano para cruzar la frontera estatal», informó NPR.
El lunes, Putin cambió para culpar a ISIS-K por el ataque, pero continuó insinuando una conexión con Ucrania.
«Estados Unidos, a través de varios canales, está tratando de convencer a sus aliados y otros países del mundo de que, según sus datos de inteligencia, supuestamente no hay rastro de Kyiv en el atentado terrorista de Moscú», dijo, según CNBC.
Pero incluso el presidente bielorruso Alexandr Lukashenko, un estrecho aliado, socavó la narrativa de Putin al afirmar que los sospechosos primero intentaron ir a su país.
«No tenían posibilidades de entrar en Bielorrusia», dijo, según la Agencia Telegráfica Bielorrusa estatal. «Así que tomaron un giro y se dirigieron hacia la frontera Ucrania-Rusia».
Según Bloomberg, Putin se ha enfrentado a las dudas de su círculo íntimo.
Citando a una persona con conocimiento de la situación, el medio informó que Putin estuvo en una reunión donde los funcionarios coincidieron en que Ucrania no tenía ninguna conexión con el ataque.
Aun así, se informa que Putin estaba comprometido con la idea de que ayudaría a movilizar el apoyo para la guerra allí.
Los leales a Putin han continuado promoviendo la teoría sin presentar ninguna evidencia.
Alexander Bortnikov, director del servicio de seguridad FSB de Rusia, dijo en televisión que creía que los radicales islamistas fueron ayudados por servicios especiales occidentales, y que «los servicios especiales de Ucrania están directamente relacionados con esto,» informó Reuters.
Al preguntarle si ISIS o Ucrania eran responsables, Nikolai Patrushev, secretario del consejo de seguridad de Rusia, dijo que era Ucrania, añadiendo después que había «muchas» indicaciones de la participación de Kyiv, según Reuters.
Andrei Soldatov, un experto en el FSB y en inteligencia rusa, dijo a Bloomberg que los servicios de seguridad de Rusia «saben que fue el Estado Islámico, pero después de las declaraciones de Putin no tienen otra opción más que seguir órdenes y demostrar que hubo participación ucraniana o occidental.»
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