La brecha entre Estados Unidos e Israel se está profundizando después de que las Naciones Unidas aprobaran una votación de alto el fuego, la primera vez para el organismo internacional después de múltiples intentos fallidos.
El resultado de la votación de la ONU provocó una respuesta enérgica del Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien canceló reuniones de alta prioridad con la Casa Blanca sobre planes para una próxima ofensiva en Rafah. Aunque ha habido desacuerdos, los desarrollos recientes representan probablemente la mayor fractura en las relaciones entre Estados Unidos e Israel desde que la guerra comenzó en octubre pasado.
Las tensiones empezaron a desbordarse el domingo por la noche, cuando Netanyahu amenazó públicamente con cancelar las reuniones en la Casa Blanca antes de la votación de la ONU, exigiendo que Estados Unidos vetara la resolución de alto el fuego. Parte de la queja de Netanyahu contra la resolución, según su oficina, era que el llamado a un alto el fuego no estaba vinculado a una liberación acordada de los rehenes israelíes del grupo terrorista Hamas.
Más tarde al día siguiente por la mañana, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución, pidiendo un «alto el fuego inmediato» en Gaza. 15 miembros votaron a favor, mientras que Estados Unidos se abstuvo de la votación, un cambio notable de su posición anterior.
El movimiento llevó a Netanyahu a cumplir su amenaza y cancelar el viaje de una delegación israelí a Washington DC más tarde esta semana para hablar con funcionarios de la Casa Blanca sobre planes alternativos para una ofensiva en Rafah.
«Estados Unidos ha abandonado su política en la ONU hoy», dijo la oficina de Netanyahu en un comunicado publicado en X. «Apenas unos días atrás, apoyó una resolución del Consejo de Seguridad que vinculaba un llamado a un alto el fuego con la liberación de rehenes», que China y Rusia vetaron «parcialmente» porque se oponen a dicho acuerdo, agregó su oficina.
Antes de la votación del lunes, el Consejo de Seguridad de la ONU había fallado varias veces en aprobar un llamado a un alto el fuego en el conflicto mortal que ha devastado gran parte de Gaza. Estados Unidos había vetado varios intentos, diciendo que tal movimiento podría ser incorrecto mientras Israel y Hamas negocian cuidadosamente la liberación de rehenes. También propuso su propia resolución la semana pasada, que tanto China como Rusia vetaron.
«Lamentablemente», dijo la oficina de Netanyahu, «Estados Unidos no vetó la nueva resolución, que llama a un alto el fuego que no está condicionado a la liberación de rehenes. Esto constituye un claro alejamiento de la posición consistente de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad desde el inicio de la guerra.»
«A la luz del cambio en la posición de Estados Unidos, el Primer Ministro Netanyahu decidió que la delegación permanecerá en Israel», agregó su oficina.
La Casa Blanca respondió poco después, diciendo el lunes por la tarde que estaba «muy decepcionada» de que Netanyahu hubiera cancelado el viaje pero que seguiría trabajando en la liberación de rehenes israelíes.
En una conferencia de prensa el lunes por la tarde, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, dijo que la Casa Blanca estaba «perpleja» por la repentina cancelación de la reunión por parte de Netanyahu, señalando que la aprobación de la resolución no reflejó un cambio en la política de Estados Unidos hacia Israel o la guerra.
«Número uno, es una resolución no vinculante, por lo que no tiene ningún impacto en Israel y su capacidad para seguir persiguiendo a Hamas», dijo Kirby. «No representa en absoluto un cambio en nuestra política», agregó, y es «muy consistente con todo lo que hemos estado diciendo que queremos lograr aquí».
«Y decidimos cuál es nuestra política. La oficina del Primer Ministro parece estar indicando a través de declaraciones públicas que de alguna manera hemos cambiado aquí. No lo hemos hecho», dijo Kirby a los periodistas, añadiendo que «parece que la oficina del primer ministro está optando por crear la percepción de discordia aquí cuando no necesitan hacerlo. Entonces, nuevamente, no hay cambios en nuestra política.»
Aunque la reunión ahora ha sido cancelada, permanece incierto qué tan eficaz habría sido en primer lugar. Justo el domingo por la noche, Netanyahu enfatizó que Israel invadiría Rafah incluso si tuviera que hacerlo sin la asistencia de Estados Unidos, un mensaje desafiante después de que la Vicepresidenta Kamala Harris advirtiera que habría «consecuencias» sobre la mesa si Israel llevara a cabo su invasión terrestre.
Aunque Estados Unidos ha apoyado firmemente los esfuerzos de su aliado, incluso a pesar de repetidos llamados internacionales a un alto el fuego y crecientes críticas contra Biden y Netanyahu por su manejo de la guerra, ha habido señales recientes de desacuerdos entre los dos.
Ha habido algunas declaraciones conflictivas en el pasado, y Estados Unidos ha expresado ciertas preocupaciones en ocasiones, pero las tensiones entre Estados Unidos e Israel ahora son notablemente más públicas y vehemente de lo que han sido desde que la guerra comenzó en octubre pasado, cuando Hamas invadió y lanzó ataques contra Israel, matando a alrededor de 1,200 personas, hiriendo a miles más y tomando más de 250 rehenes.
La respuesta de Israel a esos ataques en octubre pasado ha sido una guerra a gran escala contra Hamas en Gaza, lo que ha resultado en una destrucción generalizada y la muerte de más de 32,000 personas, principalmente mujeres y niños, según el ministerio de salud dirigido por Hamas en Gaza.
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