De acuerdo con lo informado por Digital Foundry, consideran que la PlayStation 5 Pro no tendrá los recursos suficientes para hacer funcionar el Grand Theft Auto VI (GTA VI) por encima de los 30 cuadros por segundo (FPS) de forma nativa. Es importante tener en cuenta que la PlayStation 5 Pro utilizará tecnología actual y se lanzará a finales de este año. Por otro lado, el juego altamente anticipado de Rockstar Games llegará en algún momento del próximo año, 2025.

Según lo expresado por Richard Leadbetter, si GTA VI logra correr a 30 FPS en la PlayStation 5, también lo hará a 30 FPS en la PlayStation 5 Pro a menos que ocurra un golpe de suerte en la programación. Se indica que la limitación vendrá principalmente por no haber usado una CPU con una arquitectura más avanzada. Sin embargo, aún no se sabe si Rockstar ofrecerá un modo con menor calidad visual y reescalado para que el juego alcance los 60 FPS en la PlayStation 5, el cual se podría trasladar a la PlayStation 5 Pro.

¿La PlayStation 5 Pro carece del hardware necesario para superar los 30 FPS en GTA VI?

Se menciona que uno de los principales inconvenientes es que la PlayStation 5 Pro emplea la misma CPU que la PlayStation 5, con una configuración de 8 núcleos y 16 hilos basados en la arquitectura AMD Zen 2. Sin embargo, esta CPU ofrecerá un rendimiento un 10% mayor gracias a frecuencias más altas, pasando de una frecuencia variable de hasta 3,50 GHz a funcionar a 3,85 GHz. Este incremento en las frecuencias solo contribuiría a mejorar la estabilidad del sistema.

En realidad, aquellos que esperen que la PS5 Pro convierta los títulos de 30 FPS con una CPU limitada en experiencias de 60 FPS suaves se llevarán una desilusión. No obstante, el modo a 3,85 GHz proporcionará mayor estabilidad a los juegos de 30 FPS que no alcancen su meta de cuadros por segundo cuando la CPU esté limitada. De hecho, ya hemos empezado a ver esos títulos.

La mayor mejoría de rendimiento de la PlayStation 5 Pro radica en el renderizado, gracias a una GPU considerablemente más potente. Aun así, el verdadero truco detrás de todo esto será la solución de reescalado llamada PlayStation Spectral Super Resolution Upscaling (PSSR). Con el PSSR se espera que la PlayStation 5 Pro pueda convertir todos los juegos de PlayStation 5 de 1080p a 2160p (4K). Se señala que esta tecnología de reescalado es similar al AMD FSR 2, pero se espera que la calidad sea notablemente superior.

Por último, en lo que respecta a la memoria, no se ha ampliado. Continuará teniendo una capacidad de 16 GB de memoria GDDR6, aunque ligeramente más rápida. Al menos habrá 1,2 GB de RAM adicionales del sistema para los desarrolladores.

La GPU podría parecerse a una AMD Radeon RX 7800 XT

El gran avance de la consola radica en su tarjeta gráfica. Se espera que cuente con un total de 3.840 Stream Processors bajo la arquitectura RDNA 3. Esta configuración representa un aumento significativo en comparación con los 2.304 Stream Processors de RDNA 2. Aunque no habrá un aumento de rendimiento de RDNA 2 a RDNA 3, la mejora principal estará en el incremento de núcleos y eficiencia.

Este número de núcleos es similar al que encontramos en la AMD Radeon RX 7800 XT. No obstante, se estima un rendimiento computacional de 33,5 TFLOPS, casi el triple de los 10,23 TFLOPs de la PlayStation 5, pero ligeramente menor que los 37,32 TFLOPs de la AMD Radeon RX 7800 XT. La diferencia se debe a que el chip gráfico de la consola operará a frecuencias ligeramente más bajas. La principal mejora de rendimiento estará centrada en el Ray Tracing, aunque jugar GTA VI con Ray Tracing a 30 FPS es lo esperable. En la actualidad, es imposible ejecutar cualquier juego a 60 FPS con Ray Tracing de forma nativa en PC.

En cuanto a la memoria, se espera que cuente con 16 GB de memoria GDDR6 a 18 Gbps, lo que supone un incremento de 4 Gbps respecto a la PlayStation 5, pero una disminución de 1,5 Gbps en comparación con la GPU de escritorio. Con esto, alcanzaría un ancho de banda de 576 GB/s en lugar de los 624,1 GB/s de la GPU de escritorio o los 448 GB/s de la PS5. Todo esto se mantendría en el mismo proceso de fabricación de 6 nm, mientras que el motor de audio sería un 35% más rápido para abordar tareas computacionales más exigentes.