La miopía es uno de los trastornos más comunes de la visión, el cual refiere a la imposibilidad de ver objetos distantes con claridad. Pero, ¿qué significa cuando lo llevamos al mundo del marketing? La miopía del marketing es un concepto que nació en 1960 de la mano de Theodore Levitt, economista y profesor estadounidense, en un artículo del Harvard Business Review titulado “Marketing Myopia”. El término hace referencia a cuando las marcas se centran en las características de los productos o servicios que venden, en vez de poner la atención en las necesidades reales de los consumidores.
Confundir los objetivos de la empresa con las necesidades del cliente
Levitt hace mención a este término para explicar por qué muchas empresas fallan en la estrategia de venta de su producto. Esto se debe a que se centran en lo que creen que el cliente quiere, cuando en realidad se están centrando en lo que ellas mismas necesitan. Esta pérdida de visión les impide entender las verdaderas necesidades del cliente, por lo que no logra llegar a él.
Partiendo de esto podemos entender que la miopía del marketing se traduce en la falta de capacidad que tiene una empresa a la hora de fijar los objetivos de sus estrategias de marketing, y expone una falta de claridad a la hora de tomar decisiones.
Este nuevo concepto fue muy relevante en el momento de su publicación, ya que el sector se encontraba en una etapa de cambio. Recordemos que para llegar al marketing que conocemos hoy día, esta práctica ha pasado por varias etapas. Las reflexiones de Levitt fueron el puntapié del llamado Marketing 2.0, que se centra justamente en satisfacer las necesidades de los consumidores y no el de las empresas.
Qué puede causar la miopía del marketing
Existen muchos factores que pueden nublar la visión de los equipos de trabajo y lograr que una estrategia caiga dentro de este término.
Por ejemplo, el caso de una empresa que se encuentra en un ambiente de amplia competitividad y crecimiento, pero considera no ser afectada por esto. Esta suerte de arrogancia, no permite ver a la empresa (o profesional) la necesidad de adaptación que exige el ambiente en el que se encuentra, dejándola en una posición de desventaja frente a futuros cambios. Así mismo, no tomar en cuenta la evolución de la cultura de consumo supone un punto base para caer en una situación de miopía de marketing.
Ejemplos de casos de empresas afectadas por la miopía del marketing
A lo largo de la historia podemos encontrar diversos ejemplos de marcas que se vieron afectadas por las causas que mencionamos anteriormente, desembocando en casos claros diagnosticados de miopía del marketing.
Nokia
Durante años esta empresa se posicionó entre los líderes de la telefonía móvil, presentando modelos innovadores y divertidos, adaptados a su público general. Anclada en este éxito, Nokia no supo adecuarse a la llegada de la telefonía digital, quedándo atrás frente a los avances tecnológicos de su competencia. Así, aunque aún se encuentra presente dentro de la industria, su participación es mínima.
Kodak
Esta reconocida marca se dedicaba a ofrecer servicios y accesorios relacionados con la fotografía, desde revelado hasta películas, cámaras, etc. Algo que en su momento tenía una gran demanda. Sin embargo, con el desarrollo tecnológico, las cámaras de rollo fueron quedando en el pasado, dando pie a cámaras digitales e incluso a los dispositivos móviles. Mostrando resistencia a este cambio, Kodak no exploró estos nuevos campos de negocio, quedándose fuera del mercado ante la nueva competencia.
La industria del cine
Cuando Internet irrumpió en las casas, el cine no supo o no quiso ver la importancia de este nuevo fenómeno. Por eso, al principio se negaba a adaptar sus productos a este formato porque no quería modificar la esencia del producto. Sin embargo, estaban perdiendo de vista las necesidades de un público que comenzaba a navegar de manera diaria y que también empezaba a consumir contenido relacionado al mundo del cine y la televisión, realizando descargas ilegales. Con el tiempo, Netflix terminó suplantando esta necesidad y la industria del cine no tuvo más remedio que adaptar sus obras a este nuevo formato. En la actualidad existen varias plataformas on demand y ya es posible poder ver películas e incluso estrenos en Internet.
Esta falta de visión, o negación ante el cambio hizo perder mucho dinero y tiempo a grandes empresas a lo largo de la historia. Tal vez esto también esté ocurriendo hoy en día, por ejemplo, con la falta de actividad en las redes sociales de algunas marcas o con la no evolución en el servicio de venta online.
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Imagen: Depositphotos
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