En busca del bien común: 17 eCommerce que apuestan por la sostenibilidad en su modelo de negocio

En los últimos años hemos apreciado una preocupación creciente con respecto a nuestro impacto en el planeta. De hecho, de acuerdo con el Índice Anual de Temas Globales publicado por Semrush, la temática social más buscada en Google en España durante 2023 fue la sostenibilidad con un promedio de 604.856 búsquedas mensuales, repitiendo puesto con respecto a 2022 (440.093 búsquedas). Así mismo, las búsquedas relacionadas con la sostenibilidad y el desarrollo sostenible aumentaron un 125% ese mismo año, y las relativas a la responsabilidad social corporativa (RSC) se incrementaron un 46,2%.

En un contexto en el que la concienciación sobre el cuidado del medio ambiente está calando cada vez más en nuestra sociedad, la respuesta de las empresas es imperativa. Las compañías deben aceptar su responsabilidad y trabajar por reducir su impacto negativo en el planeta, todo ello a través de acciones reales y sin caer en el greenwashing, por supuesto.

En el mundo del comercio electrónico existen diversas medidas que se pueden tomar para construir un modelo de negocio más ético y responsable. Desde la introducción de procesos sostenibles en la producción hasta el uso de packaging respetuoso con el medio ambiente, la asociación con productores locales, prescindir del uso de plásticos o impulsar la circularidad. Y, precisamente, hoy queremos reconocer a algunos eCommerce que, de estas u otras formas, han apostado por la sostenibilidad en su modo de operar.

17 eCommerce que apuestan por la sostenibilidad

«La sostenibilidad no es el futuro, es el presente. Ya casi no hay lugar para empresas que no tengan en cuenta el planeta y el camino que están dejando atrás», nos explicó en 2020 Maurici Badia, fundador y Chief Culture Officer de Hannun. Un eCommerce de muebles artesanales que emplea materiales sostenibles, no tóxicos y reciclables, y en el que la mayor parte de la madera que utilizan proviene de bosques de explotación sostenible y dan prioridad al uso de madera recuperada para evitar la tala innecesaria. Desde su creación en 2018, Hannun ha seguido evolucionando y consiguiendo buenos resultados sin perder de vista su compromiso con reducir su impacto ambiental, el cual se ve reflejado en iniciativas como su programa Reuse Market, a través del que dan una segunda vida a productos con algún desperfecto.

A este mismo sector pertenece Yeklan, una marca de muebles y juguetes artesanales para niños. Su misión se centra en apoyar un desarrollo sano y completo de los más pequeños mientras cuidan el planeta, por ello usan materiales sostenibles y embalajes 100% reciclables o reutilizables. Además, cuentan con el Club Yeklan, un programa de suscripción que permite a los miembros intercambiar sus productos a medida que el niño crece y sus necesidades cambian, favoreciendo la circularidad.

La economía circular también es uno de los pilares del marketplace Allzone, el cual a través de su programa «Second Life» pone a la venta en su outlet productos tecnológicos reacondicionados, dándoles una segunda vida. Así mismo, cuentan con un Plan Renove o Renting con el que ofrecen a sus clientes la posibilidad de alquilar productos que han sido devueltos. Y es que aprovechar los recursos ya existentes es clave para cuidar el planeta, evitando la sobreproducción innecesaria y el desperdicio. Algo que entiende muy bien Bene Bono, ya que esta tienda online de alimentos se dedica a rescatar y comercializar cestas semanales de frutas y verduras que, debido a no tener la forma, tamaño o color perfecto, serían excluidos de la comercialización en otras superficies. Sumado a esto, su plataforma promueve la fijación de precios justos entre proveedores y consumidores.

Otra propuesta que sabe que la belleza (y el sabor) están en el interior es la de Ametller Origen, una empresa familiar de productores y vendedores de alimentos sostenibles que también se niega a desechar productos por una razón tan superficial como los defectos estéticos. Este eCommerce de proximidad solo opera en Cataluña y para permitirte comprar un producto, antes solicita tu código postal para saber si es viable la entrega. Ofrecen sus excedentes a entidades sociales y en sus cultivos utilizan procedimientos agrícolas que impliquen un impacto medioambiental mínimo.

El origen y la naturalidad de los ingredientes es muy importante, y si no, que se lo digan a Natulim, una marca de detergente ultra-concentrado en tiras biodegradables creadas con ingredientes veganos, cruelty free, hipoalergénicos y libres de cloro, dioxano, fosfatos y parabenos. El packaging en el que vienen las tiras es biodegradable, cuidando la coherencia tanto en el producto como en el material que lo envuelve. Algo que comparten con Washaby, otra marca de detergente ecológico cuyas cápsulas son biodegradables y libres de elementos tóxicos, y cuyo envase está hecho de cartón reciclado. Como ellos mismos dicen en su web, «Hemos trabajado para que lavar no sea sinónimo de ensuciar, ensuciar el Planeta, los mares, los ríos, tu piel, los animales y tu ropa».

Tal y como reflejaba Washaby, los buenos productos cuidan a su consumidor y al planeta, una filosofía que tienen muy presente en Freshly Cosmetics. Esta marca nativa digital de cosmética natural y sostenible «busca cuidar tanto la piel de los clientes como el planeta, siguiendo las tendencias ecológicas actuales», nos explicaba María Borràs, ex-Marketing Manager de Freshly, en una entrevista realizada en 2022.

Además de Freshly, en el sector de la belleza podemos encontrar otros eCommerce comprometidos con el medio ambiente, como es el caso de Saigu Cosmetics. Una marca cuyos productos son toxic free y cruelty free, y cuyos envases están compuestos de materiales 100% reciclados y reciclables. Pero, como ellos mismos explican «preferimos hablar de cómo son nuestros productos en lugar de cómo no son», aludiendo a que este compromiso es real y permanente, no publicidad.

Por su parte, la británica Lush también pertenece a la vertical de la cosmética natural y cuenta con una línea de productos conocidos como «desnudos», ya que se venden sin envases, que suponen el 65% de su catálogo. En cuanto a sus artículos que sí necesitan packaging, en estos utilizan plástico 100% reciclado, materiales como el ecoflo de fécula de patata o los envuelven en knot-wraps (un tipo de tela) biodegradables. Esta preocupación por el impacto de sus actividades forma parte de su espíritu desde su lanzamiento en los años 90. Tal y como explica su CEO, Marc Constantine: «si Lush es capaz de hacerlo, también puede el resto, ¿no? Cuando me paro a pensar en el testado en animales, me recuerdo en mi habitación dándole vueltas a lo que parecía una idea complicada, la prohibición del testado en animales en cosmética, y hoy es una realidad en 40 países. Hemos luchado durante años para poner fin a estas pruebas». 

Y, de la cosmética, pasamos a la moda. Esta es una de las industrias más contaminantes a día de hoy, el fenómeno del fast fashion basado en la sobreproducción, el consumismo y la creación frenética de tendencias que llevan a la renegación de las prendas «pasadas de moda», es un modelo insostenible que genera un impacto muy negativo en el planeta. Pero, en medio de esta vorágine, han surgido marcas que prefieren apostar por un modelo diferente.

«Nuestra misión actual es que las personas se cuestionen ciertas cosas cuando compran productos, como si se ciñen a la calidad, donde ha sido fabricado, con qué materiales y que sea sostenible. Este es nuestro principal objetivo, más allá de intentar crecer muy a lo grande o hacer la marca mucho más rápido». Una reflexión que compartió con nosotros Pepe Martín, CEO del eCommerce de moda sostenible Minimalism Brand, y que refleja su compromiso con aportar valor real a las personas con sus prendas, y al planeta. Algo que también buscan en Sepiia, una marca de moda inteligente, sostenible y duradera, enfocada en atajar problemas de la ropa convencional como la necesidad de planchado o la absorción de manchas, y cuyos tejidos patentados de nueva generación reducen significativamente el consumo de agua.

La reducción del gasto de agua y de la explotación natural en pos de una producción menos nociva también se encuentra en el ADN de Ecoalf. Este eCommerce emplea materiales reciclados y otros naturales, pero de impacto mínimo. Por cada venta de su colección insignia «Because there is no planet B» donan un 10% de esta a Upcycling the Oceans, un proyecto que ya ha extraído más de 1.450 toneladas de residuos del fondo del océano.

Y es que, en efecto, no tenemos un planeta B, algo de lo que son muy conscientes en la firma de moda gallega elPulpo. En palabras de María Canle, directora de comunicación, marketing y sostenibilidad, «la sostenibilidad no es una moda ni es el futuro, es el ahora. Y esto es lo que nos mueve a trabajar como marca, respetando y cuidando nuestro planeta, que es lo más valioso que tenemos y la mejor herencia que podemos dejar a las generaciones que vienen detrás». Para cumplir con esto, han implementado un sistema de gestión de estrategia sostenible 360º  que abarca áreas como la de producto, cadena de suministro, personas y operaciones.

Queda claro que la incorporación de nuevas tecnologías es clave para descubrir nuevos procesos que hagan más eficiente y respetuosa la producción, pero, tal y como nos demuestra la marca tinerfeña Mia Moda Regenerativa, la vuelta a las raíces también es fundamental. Como explica en su web: «Las prendas y experiencias que ofrecemos combinan esta sabiduría tradicional con las tecnologías y procesos modernos necesarios para que podamos generar un nuevo sistema de trabajo más sostenible, eficiente y escalable. Diseñamos ropa a la vez que diseñamos un mundo mejor y lo hacemos con el mayor mimo y cariño posible que se le pueda conceder a una prenda y a todos aquellos que intervienen en su creación». Además, este eCommerce tiene muy presente la política de desperdicio cero, por lo que compostan los retales sobrantes de los patrones.

Así mismo, como también sostiene Brava Fabrics, diseñar un mundo más sostenible y responsable también debe implicar respetar los derechos y condiciones de las personas que intervienen en la producción de las prendas. «Trabajamos en estrecha colaboración con nuestros talleres en España y Portugal, conociendo personalmente a nuestros sastres y conectando con ellos de forma regular. Condiciones de trabajo justas, horarios de trabajo razonables, un entorno de trabajo seguro, una relación laboral legalmente vinculante y salarios dignos para las personas que elaboran nuestra ropa son requisitos previos esenciales para nosotros en tiempos de moda rápida y consumo excesivo». 

Esta transparencia y ética a lo largo de los procesos que involucran la producción y comercialización también se encuentran presentes en Patagonia, la marca de moda sostenible para exterior y deportes. Además, esta cuenta con su propio programa «Patagonia Action Works» a través del cual conecta a personas que quieren apoyar de algún modo causas medioambientales con organizaciones en su misma comunidad.

Como ves, existen múltiples maneras en las que un eCommerce puede aportar su granito de arena para reducir su impacto y encaminarse hacia un modelo más sustentable. Nuestro planeta se encuentra en una situación crítica y delegar la responsabilidad en consumidores y ciudadanos de a pie ya no vale, las empresas deben introducir cambios y políticas que aboguen por la sostenibilidad. Medidas reales, con impacto positivo real.

Por suerte, como acabamos de descubrir, cada vez son más las marcas que se toman en serio este gran reto. Así mismo, para poder conocer más a fondo proyectos reales y propuestas de valor, estamos organizando NEXT Eco, un evento que servirá de altavoz y de espacio de encuentro entre profesionales para debatir las últimas tendencias en este ámbito, y que tendrá lugar el 15 de febrero en el Espacio Bertelsmann de Madrid.

Foto: generada a través de GPT4

 

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