A Mónica Martín la conocimos en un evento en Barcelona y nos presentó su idea de The Refill Concept. Lleva años trabajando en lograr fórmulas de champús, geles y limpieza del hogar que puedan distribuirse en polvo, sin el agua. Se vende la primera vez con una botella de aluminio, rellenable, y se compone el producto final añadiendo agua y los polvos en casa. Brillante, sencillo y súper ecológico. The refill Concept se centra, hasta como nombre, en el cómo.
Verás que se consolida qué es un productazo, un ideón, que ya os queremos ver a todas y todos probándolo, cuesta mucho moverlo sola: sola ella como líder y sola como marca.
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Entrevista Mónica Martín (The Refill Concept)
3:45 Hola Mónica, este año te lanzaste al emprendimiento con The Refill Concept ¿cómo surgió la idea y qué te motivó a hacerlo?
No fue un único factor. Siempre me ha gustado el tema de la cosmética natural. Era muy joven y me ponía mis emplastos en la cara y hacía muchas pruebas, pero nunca me he dedicado profesionalmente a ese tema.
Durante la pandemia estaba mucho más consciente de la cantidad de plástico que había en la casa y era más consciente de la cantidad de plástico que se generaba. Un día, estaba en la ducha y vi un montón de botes en la repisa y sentí que debía haber alguna otra manera de hacer las cosas.
Empecé a investigar y empecé a hacer algunas pruebas en casa. Luego empecé a contactar con laboratorios ya con una idea muy clara. Empecé por los geles de ducha y los champús concentrados en polvo para ser solubles en agua. Es decir, le quitamos el agua, porque para poder quitarle el plástico le tienes que quitar el agua.
8:15 Y cuéntanos ¿Qué es The Refill Concept?
The Refill Concept es una empresa que pretende hacer productos de calidad a nivel cosmético, tratamientos de champús y geles, pero que son concentrados en polvos solubles para evitar el plástico.
Con nosotros compramos un producto que no deja un gran residuo. Cuando compras un líquido estás generando un residuo de entre 500 y 70 gramos de plástico y el plástico sabemos que es potencialmente reciclable, pero no siempre es efectivamente reciclable, porque depende del tipo de plástico, según la zona donde estés la industria del reciclaje está más o menos desarrollada para hacer separaciones de producto. El problema del plástico es que está entre el 10 y el 30% de reciclaje total de todo lo que se produce. Me chocaba mucho el interés de la gente en utilizar productos naturales sin sulfato, parabenos, siliconas, que algunos de estos ingredientes no son biodegradables, pero envasados en plástico.
Con The Refill Concept, hemos elaborado un sobrecito de 26 gramos que equivale a medio litro de champú. Cojo este sobre y lo mezclo en agua caliente en casa, de la misma manera en la que me puedo preparar un té, dejo que se enfríe y ya tengo el champú. Con esto tenemos varias ventajas: primero, generamos solo 3 gramos de residuo de papel (el envoltorio); segundo, para transportar miles de litros o millones de litros, se requieren muchísimo menos camiones, porque no ocupa espacio y genera menos emisiones de CO2. Por último, en el proceso de fabricación se necesita calentar grandes cubas de agua y en los grandes centros de producción se necesita muchísima energía para producir un producto líquido.
Todos estos elementos es la coherencia que le hemos querido dar a la marca, para utilizar una única botella. Hemos hecho una única botella de aluminio, que no lleva etiqueta, está lacada y serigrafiada, lo que significa que dura toda la vida, y simplemente necesitas ir reponiendo los sobrecitos. También hemos hecho una botella más pequeña, de 100 ml, para que la gente pruebe el producto y pueda llevarlo en viajes, al gimnasio y demás.
Antes de iniciar con este proyecto, leí muchísimos estudios sobre cómo había afectado la pandemia en el cambio en el consumidor y sus hábitos de compra, con lo que me di cuenta de que se hablaba de un consumidor que había tomado más conciencia sobre su estilo de vida. Además de esto, comencé a estudiar el mercado de Estados Unidos y UK, que si bien no son ejemplos de sostenibilidad y reciclaje, tenían algunos productos, especialmente en limpieza, que venían en sobres y otros cosméticos que venían en polvos, como talco de baño, que emulsionan directamente con agua en la ducha.
Además de esto, estamos viendo cómo están tomando relevancia los sistemas refill, donde el usuario llega con su botella y rellena el producto. Sin embargo, esta no es una novedad muy cómoda para el usuario, porque tiene que recordar llevar su botella.
Sin embargo, vemos que las personas están dispuestas a hacerlo, así que pensé que un producto al que solo hay que agregar agua caliente y olvidarse de reciclar y más, era también una solución de comodidad para el consumidor.
23:42 Un stopper que se me viene a la mente es entrar en un mercado con grandes marcas con tanta trayectoria, ¿qué retos has tenido que enfrentar para construir tu marca?
Realmente, es muy difícil sacar un producto que es novedoso con una marca desconocida. Primero, porque para producir un producto cuesta mucho dinero y debes tener un mínimo de pedido, por ejemplo, 1.500 botellas para empezar a producir.
Además de esto, necesitas una gran inversión en awareness para alcanzar una audiencia lo suficientemente grande como para que el negocio sea rentable. En junio lanzamos la web en versión beta y en septiembre la lanzamos con venta más activa y empezamos un poquito con las redes.
También hay que tomar en cuenta que hay canales a nivel digital que estamos acostumbrados a usar, pero cuando eres una marca desconocida no te sirven, como por ejemplo, la afiliación. La afiliación me vendría de cine con CPA, pero aunque tengas todo el capital disponible y por mucho margen que des al publisher, no te quieren publicar.
Ahora mismo, mi foco son las redes sociales, que me ha representado un reto increíble, porque una cosa es estar como dirección digital detrás del ordenador, diciendo cuál es la estrategia y qué vamos a postear y otra es ponerte delante de una cámara y grabarte a ti mismo. Estoy colaborando con un youtuber que sabe cómo comunicarme y me está ayudando a hacer TikTok. En Instagram lo tengo más parametrizado, porque es una plataforma que he seguido más a nivel profesional.
Ya estoy viendo a nivel de proyección un poco de negocio, por dónde se me va yendo el dinero y ya veo que sola no conseguiré nada realmente. Si sigo sola acabaré cerrando y engrosando la estadística de las startups que no superan el primer año o siendo muy pequeñitas y será más un hobby que una profesión. De hecho, entre mis planes próximos está conseguir business angel e inversores para que me apoyen en este proyecto.
32:33 ¿Has pensado en la posibilidad de que otras marcas más potentes del mercado, como Freshly Cosmetics, respalden tu modelo de negocio?
Me encantaría hablar con Freshly Cosmetics, porque uno de los informes que he leído afirma que el nivel de consumo dentro del mercado de la cosmética natural en España es de un 5%, mientras que en Suecia es el 40%. Lo primero que haría con un respaldo de una empresa de este tamaño sería traducir la web e irme a los países nórdicos. Alemania es la bomba a nivel de producto y están muchísimo más evolucionados.
Generalmente, tengo mucha energía y soy muy entregada en lo que hago, pero, para mí, lo más difícil ha sido la gestión de la duda eterna de si lo estoy haciendo por el buen camino. A veces pierdo el foco por la cantidad de trabajo y tareas que debo hacer y me entra el miedo.
42:42 ¿Has llegado a plantearte intentar hacer distribución por tiendas de terceros?
He estado en contacto con Carrefour Bio y Veritas.
A los dos les ha gustado mucho el producto, pasé los test de calidad de Carrefour Bio, pero es que estos procesos son lentos. De hecho, he creado un nuevo empaque con los insight que me ha dado Carrefour, en el que se explican todos los beneficios, ingredientes, instrucciones y demás información relevante y que así esté apto para lineal.
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